sábado, 16 de marzo de 2013

RELATOS E HISTORIAS DE VILLA DEL ARCO: LA CASINA DEL GUARDA


Subiendo hacia la Canal por el carril que sale de la carretera a poco de dejar la “Calleja de los Bolos” y un poco antes de dar vista a los Pilones de la canal, sale un carril forestal hacia la derecha, el cual se dirige a las fincas de “El Chorrillo” y otras. Pues bien, a poco de incorporarnos a éste en su parte derecha se encontraba “La casina del Guarda” recostada en la solana de la Sierra de Arco.

Paraje de "El Chorrillo"
A ésta se accedía bien a través de una vereda que subía una empinada cuesta y que partía aproximadamente desde la puerta de una finca existente subiendo por el citado carril de la Canal o por la vereda que iba de las fincas de El Chorrillo y tinado de Don Leoncio Plasencia propietario de la finca “El Baldío” y que en su día fue El Baldío del Arco”, o sea, propiedad de aquel municipio, antes de construirse la pista forestal que hoy existe.

En aquel tinado vivía un cabrero con su familia. Esta casina era muy pequeña, de planta baja, de una sola estancia, su puerta miraba al Sur y a la derecha, en el rincón era el lugar de la lumbre y en la parte izquierda tenían una cama y poco más enseres. Al lado de la puerta, en la zona destinada a la cocina había una pequeña ventana para dar luz al reducido habitáculo y a la vez desde donde el guarda vigilaba los huertos de los que era responsable de su cuido frente a los amigos de lo ajeno.

Dada la inclinación del terreno, por su enorme desnivel, había al menos dos o tres escalones o peldaños de piedra para entrar en la casa y a ambos lados de la puerta un poyo, siendo de la parte izquierda de bastante altura, con pizarras en los asientos donde las lavanderas dejaban los baños de ropa por la noche sino terminaban de lavarla. El de la parte derecha era más estrecho, es decir, de menos fondo y llegando a la puerta de la corraleja.

Al lado de la casina, ajena a ella, había una pequeña corraleja, también de piedra, y la cubierta era de escobas, sin tejas, al menos como yo la recuerdo. En este lugar tenían gallinas que andaban sueltas por toda la campiña de alrededores, y éstas le servían al guarda como ayuda económica a su  familia , pues venían a Cañaveral para vender los huevos de campo bien en una burra que tenían o andando.

Por entonces no había arbolado en la Sierra, sino algún  que otro alcornoque diseminado. Después vino la repoblación forestal, sembrándola de pinos, pero un voraz incendio lo arrasó todo el día 21 de Agosto de 1975. Posteriormente, se volvió a repoblar con Eucaliptos sin respetar zona alguna del manantial del agua con lo que se vio mermado el caudal que siempre hubo y que era muy abundante.

El 12 de Julio de 2006 el fuego de nuevo arrasó toda la solana de la Sierra de Arco, quedando reducido estos población de eucaliptos a un escaso número.

Texto original: Manuel Ramos González
Texto editado: Emilio J. Orovengua

domingo, 3 de marzo de 2013

LOS JUDEX EN EL ARQUILLO: LA CRÓNICA

La mañana del 23F era de brasero, camilla y café bien calentito, porque describir el tiempo que se vivió en el Arquillo esa mañana es difícil....aire, frío y terreno encharcado y peligroso. Pero bueno, es lo que tiene el encanto de las carreras de montaña, nunca sabes lo que te puedes encontrar y a parte de correr, a veces, tienes que luchar contra los elementos.

Pese a los inconvenientes climáticos citados, a las 11:00 de la mañana comenzaron a correr los más "pequeñitos", y se fueron sucediendo las salidas y llegadas en las distintas categorías de las pruebas de los JUDEX, finalizando éstas entorno a la 13:00, momento en el que se hizo la entrega de medallas en el Llano del Cura (junto al Albergue).

El Recorrido trazado pasaba por zonas como la Medelina, El Barrio de Abajo, los Pilones de la Iglesia, la Plaza del Álamo, la Canal, El Chorrillo, La Calleja de los Bolos y las calles y callejuelas que componen el laberíntico callejero de este lugar...



Algunas fotillos del evento....






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