miércoles, 16 de marzo de 2016

¡¡ ESTAMOS DE ANIVERSARIO !! 10 AÑOS EN LA RED

Hace 10 AÑOS, tal día como hoy, me aventuré a esto del “mundo Blog” y por si uno no era suficiente, mi "push" inicial fue tal que creé dos, Villa del Arco y Naturablog.

Desde el principio, mi única pretensión ha sido enseñar y mostrar la belleza de uno de los rincones rurales más bonitos y encantadores de Extremadura y todo lo que pasó y pasa en el Arquillo a través de entradas, fotografías, noticias, y todo esto con el apoyo de más de 19.000 visitas, docenas de mails y comentarios.

Durante estos 10 AÑOS, he compartido con vosotros la Fiesta de la Barrida del Arco, un Premio Adenex en 2011, la Crónica de la Carrera por Montaña del “Pueblo de los Artesanos”, Historias y Relatos que una vez ocurrieron en esta pequeña Villa y cuyo valor histórico es incalculable.

Como cierre a esta pequeña crónica, quiero dedicar esta entrada tan especial del décimo aniversario a Manuel Ramos González, mi tío Manolo, al que agradezco que el tiempo no haya borrado de su memoria los relatos, las historias y las vivencias que acontecían en esta Villa cuando tenía Ayuntamiento propio, cuando era un pueblo con vida, con alma, con identidad propia y que me ha ayudado durante en estos 10 años a rellenar con sus textos manuscritos de su puño y letra, líneas y líneas de este sencillo Blog, y del que sigo aprendiendo cada vez coincido con él y hablamos de Villa del Arco.



GRACIAS MANOLO.

martes, 9 de febrero de 2016

RELATOS E HISTORIAS DE VILLA DEL ARCO: EL LLANO DEL CURA

Subiendo por la denominada Calleja del Ejido al caserío, nos encontramos con una plazoleta que se denomina “El Llano del Cura” pues bien este lugar en nada se parece a lo que fue hace ya más de 40 años.

Este lugar antiguamente era un pequeño huerto de frutales, limoneros, parras, un ciruelo y un enorme nogal que estaba situado en la parte que daba hacia la Casa Escuela. También tenía un pequeño pozo al lado de la puerta que se encontraba enfrente a la existente a la finca que allí hay a día de hoy.

La Calleja del Ejido se prolongaba con la misma estrechez que ahora tiene hasta llegar a la que enlaza con la prolongación de la Calleja de la Viña. Llegado a este pequeño lugar, este pequeño huerto que venía siendo ovoide hacia la calle frente a la Casa Escuela de una anchura más o menos como era la que subía del Ejido en su tramo final. Por la parte Oeste del huerto se encontraba la cuadra de la Casa Escuela: un pequeño cobertizo y cuadra con pesebre y ponederos para las gallinas.

Por la Calle del Laurel corría el agua  procedente de los Pilones de la Iglesia, La Canal y  la Fuente de la Rosa por una regadera existente en medio de esta calle, todo ella empedrada con piedras autóctonas, hoy no existe tal regadera y las aguas no pueden ir a la laguna del Ejido como era lo habitual. No se han respetado los Estatutos de nuestra Asociación y las indicaciones y consejos que se dieron en su día a los concejales del Ayuntamiento de Cañaveral por parte de miembros de la Directiva de la Asociación antes de que se ejecutaran las obras de remodelación de estas calles.
Fuente de la Rosa
Pilones de la Canal
Pues como digo, esta regadera bajaba por la citada Calle del Laurel y se desviaba ligeramente hacia la parte izquierda, para buscar la bajada junto a las fincas existentes. A la llegada a la esquina de la Casa-Escuela partía otra regadera hacia la Calle del Beleño o “Peleño” y pasaba a poco más de un metro de la puerta de la misma y servía para el riego de la fincas y huertos de la zona: “La Cerca de la Alfalfa”, “El Jardín”…Estas tampoco pueden ya regarse.

Las regaderas estaban fabricadas en canaletas, piedra y pizarra en los laterales. Nada parecido a lo que se puede ver hoy.

Volviendo al tema que titula esta entrada, el Llano del Cura, el pequeño huerto que antes fuera, y por motivos que no me parece oportuno exponer, fue cedido al Ayuntamiento de Cañaveral por su propietario, a cambio de lo que en tiempos fue la Cárcel de esta Villa, ya que lindaba con una casa de la propiedad sita en la Calle de la Iglesia.

Así pues, el Llano del Cura, nada tiene que ver con lo que hoy se muestra a nuestros ojos y con lo que fue hace siglos, una encrucijada de la Calle del Laurel - Calle del Ejido - y la prolongación de la Calle de la Viña y del Beleño.

Texto original: Manuel Ramos González
Texto editado: Emilio J. Orovengua